Hace algo más de un año leí un artículo a través de internet sobre por qué los gansos solían volar en forma de "V". Es curioso porque casi todos nosotros seguro que lo hemos observado más de una vez y quizás nunca nos lo habríamos preguntado. La explicación a ello es cuanto menos peculiar.
Normalmente, cuando se acerca el final del otoño, se puede observar frecuentemente como todo tipo de aves, y entra ellas los gansos, suelen volar sobre nosotros dirigiéndose en busca de lugares mas cálidos y así evitar el sufrimiento del frío invierno. Como he mencionado antes, los gansos lo suelen hacer en forma de "V". Pero, ¿por qué?
Gracias a varios estudios, se ha concluido que cuando un pájaro bate sus alas, se produce una onda en el aire la cual ayuda a avanzar al pájaro que va detrás de él. A su vez, este segundo, hace lo mismo para que al tercero le resulte menos costoso, y así sucesivamente siendo el último el que menos fuerza emplea para desplazarse. Cuando el ganso que está posicionado en la cabeza del grupo se siente débil, este pasa a ocupar el último lugar de la formación y es sustituido por alguno de sus compañeros. De esta forma van rotando para el beneficio del grupo. Otro de los aspectos peculiares es que los gansos situados en la parte trasera de la formación se mantienen graznando (sonido que emiten este tipo de aves) para alentar y motivar al que encabeza la bandada y así poder mantener su velocidad.
En el caso de que uno de ellos se salga de la formación, este podría comprobar la fuerte resistencia del aire, y al sentir la dificultad de hacerlo solo, no dudaría ni un segundo para volver con sus compañeros de viaje y así beneficiarse de los que van delante. Por otro lado, si uno de los gansos ha caído lesionado o se siente tan débil como para no poder continuar con la bandada, dos de sus compañeros se salen de la "V" y se sitúan a su lado para ayudarlo y protegerlo. Una vez recuperado, todos vuelven al grupo de partida.
Ahora que ya sabemos de la inteligencia de estas aves para viajar de un lugar a otro administrando la fuerza de sus alas, me gustaría llevar este tema al ámbito humano.
Hoy en día, y más aún en tiempos de crisis, nos preocupamos demasiado por nosotros mismos, por destacar entre todos los que nos rodean, no nos importa “pisotear” a quien haga falta para conseguir nuestros objetivos, un “sálvese quien pueda”; pero nos olvidamos de nuestros compañeros, de las personas que viajan a nuestro lado. El neoliberalismo nos está llevando a una competición humana insana y no beneficiosa para ninguno de nosotros.
Recordemos la táctica que usan los gansos para llegar todos a un mismo destino. Si lo hicieran individualmente, emplearían el doble de esfuerzo del que hacen viajando en grupo, y ante fuertes vientos, muchos de ellos caerían abatidos causándole incluso la muerte.
Para muchos de nosotros, solo importa llegar a la meta, sea como sea, pero llegar. No importa si un compañero está pasando una mala racha y le están saliendo las cosas mal, eso queda en segundo plano. Solo nos importa que la familia este bien, que consigamos un buen puesto de trabajo cuanto antes, tener una relación sentimental estable lo mas pronto posible sin que “se nos pase el arroz" para empezar a hacer una nueva vida… pero no importa como. Solo pensamos en las metas, pero no en el recorrido. No disfrutamos el presente por culpa de nuestras preocupaciones por el “que será de mí”.
En cambio, cuando soy yo el “lesionado”, busco ayuda continuamente y, ante la pasividad de algunos, me vengo abajo y no me siento con suficiente fuerza para afrontar mis problemas o dificultades.
Estoy seguro de que nuestras vidas irían mejor si arrimáramos mas el hombro a nuestros compañeros de viaje, a esas personas que les resulta muy difícil encontrar un buen trabajo o que están pasando una dura etapa en su vida. Sería muy beneficioso para ambos el "batir nuestras alas" para ellos, para allanarles el camino, porque serán estos mismos los que ocuparán el primer lugar en la manada para conducirnos cuando a nosotros no nos mire la vida como nos gustaría. Solo de esta forma podremos evitar numerosas turbulencias en nuestro camino, hoy día mucho más difícil, para hacernos un hueco en la sociedad disfrutando a la misma vez de nuestro viaje.